• La portavoz socialista acusa al PP de “engañar” a los vecinos y vecinas de las viviendas municipales en el pasado pleno
• Los inquilinos han colgado pancartas en sus viviendas en protesta al no tener respuesta del ayuntamiento de Catalá

La portavoz socialista en el Ayuntamiento de València, Sandra Gómez, ha denunciado que María José Catalá “ha engañado a los inquilinos de AUMSA a los que quería pegar un sablazo en los alquileres porque, casi un mes después de que se comprometiera con ellos a dejar sin efecto la subida, siguen sin tener noticias del Ayuntamiento”.

Es decir, ha apuntado Gómez, “todo lo que ocurrió en el pleno del pasado mes fue un paripé de la señora Catalá para poder salvar la cara en el pleno. Desde entonces, los vecinos y vecinas de AUMSA no han vuelto a saber nada del Ayuntamiento, lo que quiere decir que la señora Catalá sigue aplicando el sablazo a los alquileres”.

La responsable socialista ha advertido de que esta subida decretada por el gobierno del PP y que en algunos casos alcanza un 50% choca con el reglamento de AUMSA que aprobó el anterior gobierno progresista y que establece como requisito que la adjudicación de una vivienda no suponga una carga excesiva para sus inquilinos.

“Los vecinos de AUMSA se han puesto en contacto con nosotros porque el Gobierno de Catalá no sólo no les ha convocado a ninguna reunión sino que ni tan siquiera les devuelve las llamadas que están haciendo para conocer la situación de sus alquileres”, ha incidido Gómez.

Movilización

El “desprecio” de Catalá con los inquilinos de AUMSA ha provocado que los vecinos y vecinas se hayan empezado a movilizar para exigir responsabilidades al gobierno municipal.

“Nos han comunicado que han empezado a colgar en sus balcones su rechazo a la desmedida subida de los alquileres que a día de hoy les impone el PP. Se trata de una denuncia pública por el hachazo en los alquileres públicos y desde el Partido Socialista queremos denunciar el engaño al que se ha sometido a los vecinos y vecinas de AUMSA por parte de este gobierno municipal que no tiene reparos en multiplicar el alquiler de viviendas públicas mientras, por otro lado, perdona hasta 70 millones de euros en impuestos a las familias con grandes rentas y grandes superficies comerciales, ha finalizado.