• Sandra Gómez lamenta que a Catalá le molesten los parques porque los concibe como muros para los coches

La portavoz del Grupo Municipal Socialista, Sandra Gómez, ha asegurado que María José Catalá “debe ser la única alcaldesa y me atrevería a decir que la única persona del mundo que donde hay un parque ve una muralla”. “Lo que le molesta a Catalá del jardín de Serrería es que simboliza la victoria del Cabanyal-Canyamelar frente a la prolongación del PP que impulsó Rita Barberá para destruir el barrio”, ha asegurado.

Así, ha recordado que el jardín que Catalá quiere eliminar se erige sobre la zona 0 de la prolongación de Blasco Ibáñez y se diseñó para permeabilizar el paso desde la avenida hasta el barrio marinero, protegiendo la trama urbana y las viviendas de las destrucción. “Esto es lo que le molesta profundamente a Catalá”, ha asegurado.

Igualmente, ha apuntado que para Catalá “los jardines son muros que molestan a los coches”. “Lo vemos con cada paso que da en materia de movilidad para que los vehículos y la contaminación recuperen el espacio que perdieron en favor de las personas y de la sostenibilidad”, ha lamentado la dirigente socialista.

“Me parece increíble que califique de muralla verde un parque”, ha manifestado y ha planteado si Catalá “también piensa que el jardín del río Turia es una gran muralla que parte la ciudad en dos”. Algo que ha considerado “posible” ya que “tiene un concepto absolutamente desfasado de ciudad”.

Sandra Gómez ha advertido a Catalá que el jardín de Serrería es “una de las obras que dejé empezada porque precisamente sospechaba que esto iba a suceder” y ha recordado que las calles del entorno ya están peatonalizadas. “Sabía que al Partido Popular no le iba a gustar porque Catalá se siente más cómoda con una rotonda que separa el barrio de Blasco Ibáñez pero sobre todo porque es una obra que va dirigida precisamente a que nunca más nadie sienta la tentación de hacer la prolongación de Blasco Ibáñez”.

“El jardín simboliza la victoria vecinal frente al Ayuntamiento de Rita Barberá, un símbolo que a María José Catalá le molesta”, ha lamentado y ha advertido a Catalá de que “la victoria del Cabanyal-Canyamelar, de su rehabilitación y de su regeneración, ya es definitiva”. Gómez ha insistido en que es “un símbolo que todos los vecinos y vecinas mantendremos siempre en nuestro barrio porque, aunque a ella le pese, no podrá hacer nada para evitar que esta obra se ejecute”.