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Catalá rechaza todas las alegaciones a la Zona de Bajas Emisiones de los vecinos

La concejala socialista María Pérez ha lamentado la decisión de María José Catalá de rechazar todas las alegaciones que habían presentado las diferentes asociaciones de vecinos de València a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de mínimos que se ha sometido a votación en la comisión de Movilidad esta misma mañana. Entre las asociaciones que habían presentado alegaciones se encuentran San Marcelino, Petxina, la Roqueta, la Malvarrosa y Tres Forques, pero el gobierno de Catalá no ha aceptado ninguna de sus recomendaciones así como tampoco las sugerencias de la Generalitat y de la Sindicatura de Comptes, desde donde se había advertido no solo que no se cumplían los requisitos mínimos de la directiva europea sino que se trataba de una normativa “muy poco ambiciosa”.

“Hoy, con la aprobación de la zona de bajas emisiones, el gobierno de Catalá vuelve a demostrar que no tiene ningún interés en escuchar a los vecinos y vecinas de esta ciudad. Han rechazado todas las alegaciones presentadas por las entidades vecinales sin aceptar ni una sola propuesta. Muchas de estas entidades pedían algo tan de sentido común como ampliar el perímetro de la zona de bajas emisiones porque sus barrios se han quedado fuera y son barrios que no quieren convertirse ni en el aparcamiento de entrada de la ciudad ni renunciar a respirar un aire más limpio”, ha indicado Pérez.

La concejala socialista ha insistido en que la normativa de Catalá no solo ha provocado los reproches vecinales sino que instituciones como la Sindicatura de Comptes también han cuestionado “el establecimiento del perímetro de la ZBE fijado por el Ayuntamiento señalando que no se basa en ningún análisis de contaminación. Asimismo, ha advertido, al igual que otras instituciones, que la zona de bajas emisiones del Partido Popular es insuficiente y no garantiza el cumplimiento de las normas europeas”.

En este sentido, Pérez ha señalado que las alegaciones vecinales y los reproches de la Sindicatura y de la Generalitat “confirman lo que venimos señalando desde hace meses desde el Partido Socialista y es que esta ordenanza no busca mejorar la calidad del aire como reclaman los vecinos sino que simplemente intenta cumplir con el trámite de tener una zona de bajas emisiones, aunque no tenga un impacto real”.

“Desde el grupo Socialista, exigimos a la señora Catalá que se tome en serio la salud de los valencianos y las que paralice la aprobación de esta ordenanza y que elabore una propuesta que sea rigurosa y esté alineada con Europa”, ha finalizado.