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Los socialistas proponen construir 70.000 viviendas protegidas en toda València

La concejala socialista Elisa Valía ha anunciado que el Grupo Municipal ha presentado una moción al pleno de septiembre en la que se propone permitir elevar hasta dos alturas los edificios existentes y que las nuevas viviendas resultantes sean de protección pública (VPP), con precios de alquiler y venta topados, para no fomentar la especulación y la escalada de precios que sufre la ciudad desde que gobierna María José Catalá. Los beneficios de la venta o el alquiler de las nuevas viviendas recaerían sobre las comunidades de propietarios en lugar de sobre los especuladores, lo que permitiría obtener fondos para rehabilitar los edificios, mejorar su eficiencia energética o instalar ascensores, entre otros proyectos.

La propuesta de los socialistas consiste en poner en marcha una revisión de la normativa del PGOU de València que permita sobreelevar hasta dos plantas los edificios existentes de la ciudad en los que la estructura y el terreno lo permita técnicamente. También se deberá tener en cuenta la protección patrimonial de los edificios y centros históricos de la ciudad. Además, las nuevas viviendas construidas a través de este método tendrían la consideración de protección oficial.

Esta calificación supondría aumentar significativamente la oferta de vivienda asequible en todos los barrios, con hasta 70.000 viviendas nuevas, llegando incluso a barrios consolidados donde no quedan solares libres para construir vivienda asequible y evitando, por tanto, la expulsión de sus vecinos por la escalada de los precios. La propia Cátedra Observatorio Vivienda estima que más del 80% de la demanda actual encaja en la Vivienda de Protección Pública (VPP).

Además, como la propiedad de estas nuevas viviendas será de las comunidades de propietarios, su posterior alquiler o venta les permitiría obtener recursos para rehabilitar sus edificios, mejorando el estado de conservación de los edificios de la ciudad, su aislamiento térmico, permitiendo el cambio de ventanas o la instalación de ascensores, entre otras intervenciones que, gracias a esta intervención, podrían salir a coste cero para los propietarios de los inmuebles.

“Este es un modelo que nada tiene que ver con la construcción ilimitada de viviendas libres cuyo resultado pudimos ver en la burbuja inmobiliaria. Es, al contrario, un modelo en el que solo se construye vivienda a precio asequible, con precios de venta y alquiler topados, lo que evita la especulación y contribuye a tirar hacia abajo de los precios de renta libre. Y, lo más importante, es un modelo en el que los beneficios económicos de la venta o alquiler de estas viviendas no van a parar a la cuenta de resultados de ninguna constructora o fondo de inversión sino que reparte los beneficios entre las personas que viven en todos los barrios de la ciudad, de manera que se pueda mejorar considerablemente la calidad de vida de toda la ciudadanía, combatiendo además la pobreza energética y mejorando la accesibilidad para personas con movilidad reducida que muchas veces se ven recluidas en sus casas al no poder subir y bajar escaleras”, ha finalizado.