Los socialistas denuncian que Catalá manipula el Decidim para silenciar el clamor por la dimisión de Mazón

Elisa Valía afirma que es la primera vez en la historia de los presupuestos participativos que se censuran propuestas y se excluyen de pasar a la fase de apoyos ciudadanos
La concejala del Grupo Municipal Socialista Elisa Valía ha denunciado que por primera vez en la historia de los presupuestos participativos se censuran propuestas vecinales y se excluyen de pasar a la fase de recogida de apoyos vecinales. “Estamos ante un evidente ejercicio de censura y sectarismo de María José Catalá para intentar silenciar el clamor de la ciudadanía que exige la dimisión de Carlos Mazón”, ha asegurado y ha indicado que Catalá ha retirado las propuestas de construir un muro de contención presidido por una escultura ecuestre de Mazón y la de dedicarle una escultura para conmemorar su gestión de la dana.
Elisa Valía ha lamentado que València y la Comunitat Valenciana estén “gobernados por el peor Partido Popular de la historia” y ha manifestado ha conducido a que “la ciudadanía tenga que utilizar todos las herramientas de las que dispone para exigir la dimisión de Mazón”. “La situación en la que se encuentran las instituciones valencianas es insostenible y Catalá en lugar de apoyar a los vecinos y vecinas, prefiere sostener al presidente del Ventorro”, ha lamentado.
“El sectarismo de María José Catalá y su firme compromiso de proteger a Carlos Mazón la han llevado a filtrar las propuestas ciudadanas de los presupuestos participativos que implicaban críticas a la negligente gestión del presidente de la Generalitat, algo que nunca había ocurrido, nunca se habían retirado ninguna propuesta antes de acabar la fase de apoyos”, ha insistido. Ha atribuido esta censura a que María José Catalá “no quiere escuchar lo que la sociedad valenciana lleva meses clamando, que Carlos Mazón es un presidente indigno, que tiene que dimitir”.
En esta línea, ha recordado que Catalá reconoció en una entrevista que “se sentía muy ligada al proyecto político de Carlos Mazón, pero la realidad de la calle, esa calle que ya no puede pisar él, es bien distinta”. “Ocho de cada diez valencianos no soportan más tanta indignidad, tal y como ayer se escuchó en el campo del Levante cuando a afición exigió la dimisión de Mazón cuando apareció la imagen de Catalá en las pantallas”, ha concluido.