El plan contempla tres ejes: aplicar las herramientas de la Ley de Vivienda, aprobar la tasa turística y recuperar el programa Amunt Persianes para reconvertir apartamentos en comercios

“El equilibrio entre vecinos y visitantes se ha roto. València es una ciudad que padece la turistificación y Catalá no hace nada”

“Catalá ha eliminado el recargo del IBI a los grandes tenedores y permite que las familias paguen lo mismo que los especuladores”

El portavoz socialista en València, Borja Sanjuan, ha presentado esta mañana el Plan en favor de la Vecinofilia que van a lanzar los socialistas en la ciudad de València y que pretende “devolver al centro de la acción política a la defensa y protección de los vecinos y vecinas de la ciudad frente a la ciudad para los turistas de Catalá”. “Nosotros, con nuestros aciertos y nuestros errores, tomábamos decisiones con el objetivo de mejorar la vida de las personas que viven en la ciudad, pero desde que llegó Catalá todas las decisiones que se están adoptando tienen como objetivo construir una ciudad pensada exclusivamente para los turistas incluso en contra de las necesidades de sus ciudadanos y ciudadanas”.

En este sentido, Sanjuan ha alertado de que, a pesar de los informes municipales que advierten de la saturación turística de la ciudad, las dos primeras medidas de Catalá y Mazón tras el periodo estival han sido promover un nuevo evento náutico para atraer más turistas y anunciar medidas para turistificar el barrio del Botànic.

Frente a estas políticas de conversión de la ciudad en un “parque temático” y que han roto el equilibrio entre vecinos y vecinas y visitantes, el portavoz socialista ha anunciado un Plan en favor de la Vecinofilia que impulsará a lo largo de la legislatura y que pretende recuperar las políticas municipales en favor de los residentes.

El plan está articulado en tres ejes: vivienda, tasa turística y recuperación del comercio de barrio, aunque está abierto, tal y como ha explicado el responsable socialista, a las aportaciones tanto de la ciudadanía, como de los diferentes colectivos vecinales así como de instituciones académicas.

En cuanto a la vivienda, se plantea que la ciudad siga los pasos de Barcelona para eliminar los apartamentos turísticos, impidiendo la renovación de licencias y combatiendo de verdad la proliferación de este tipo de alojamientos ilegales. Igualmente, propone empezar a aplicar las herramientas de la Ley de Vivienda que permiten poner topes a los precios de alquiler y gravar el IBI a los grandes tenedores, una medida que el actual gobierno de Catalá ha paralizado. “València es una de las ciudades donde los precios del alquiler están creciendo más y no tiene sentido que por motivos ideológicos este gobierno se niegue a aplicar la ley. Como tampoco tiene sentido que las familias paguen los mismos impuestos que los especuladores”, ha apuntado en relación a la eliminación del recargo del 30% en el IBI para los grandes tenedores que ha ejecutado Catalá.

El plan de la vecinofilia también incluye la aprobación de una tasa turística que permitiría, además de unos ingresos de decenas de millones de euros, un mejor control de los alojamientos turísticos ilegales. “Este Ayuntamiento está renunciando a ingresos millonarios por una cuestión ideológica porque la tasa turística se está aplicando con éxito en todas las ciudades del mundo. Y la realidad es que la tasa turística ya se paga, pero en lugar de los visitantes, la pagamos los vecinos. Porque el coste de los servicios públicos o los paga el visitante o el vecino. Y en València Catalá ha decidido que paguemos los vecinos”, ha destacado Sanjuan.

Finalmente, el tercer eje del Plan de Vecinofilia contempla la recuperación del comercio de barrio con la reactivación del programa Amunt Persianes, un programa que sirvió para que abrieran decenas de bajos comerciales en todos los barrios de la ciudad. En este caso, ha indicado Sanjuan, se destinarían ayudas “para financiar la reconversión de todos los apartamentos turísticos en bajos comerciales que están colonizando todos nuestros barrios de nuevo en comercios”.

“No puede ser que esta ciudad esté en riesgo de saturación turística y Catalá no haga nada. Por eso, proponemos este plan para recuperar lo que tiene que ser el mejor argumento de la ciudad de València: que debe ser la mejor ciudad del mundo para vivir y no una ciudad pensada únicamente para visitar. No podemos volver otra vez a ese modelo de monocultivo turístico que hace imposible vivir en València, que hace que vivir en los barrios sea hostil. Es un modelo que está condenado al fracaso y frente a eso vamos a lanzar este plan a favor de las vecinas y los vecinos”, ha finalizado.