La palabra que define el primer año de Catalá como alcaldesa es retroceso
- Borja Sanjuán advierte de que la ciudad está sufriendo la reversión de derechos y libertades para las mujeres o el colectivo LGTBI
- “Con Catalá nunca habríamos sido reconocidos como Capital Verde Europea ni del Turismo Sostenible e Inteligente”, asegura el concejal socialista
El concejal del grupo municipal socialista Borja Sanjuán ha afirmado que “la palabra que define el primer año de María José Catalá como alcaldesa de València es la de retroceso ya que esta ciudad ha pasado de ser un referente en políticas sociales y transformaciones urbanas a ser reprobada constantemente por distintas instituciones”.
Sanjuán ha valorado en estos términos el primer año de mandato de PP y Vox en València en el que, en su opinión, se ha puesto de manifiesto “el retroceso de una ciudad galardonada como Capital Verde Europea y que recientemente está revirtiendo peatonalizaciones”. En esta línea, ha recordado que la comisión europea reprobó el negacionismo climático de uno de sus concejales.
“Hemos dejado de ser una ciudad –ha continuado- que era referente en derechos y en libertades a tener un ayuntamiento que tiene que contraprogramar la celebración del Orgullo porque está en el gobierno quienes censuran a las personas LGTBI”.
Igualmente, ha denunciado que València era referente en “políticas activas para la igualdad de la mujer y ahora tiene que recibir el tirón de orejas del Síndic de Greuges porque ha eliminado las políticas de promoción de las mujeres en el empleo”. Sanjuán ha denunciado también “el retroceso de una ciudad que estaba buscando un modelo económico alternativo y que hoy lo fía todo al turismo”. Así, ha recordado que València se “caracterizaba por estar atrayendo las inversiones internacionales más importantes mientras que hoy solamente está centrado en un modelo de Airbnb”.
Para el edil socialista, “lo que tiene que hacer la señora Catalá es entender que la ciudad de València es mucho más avanzada de lo que ella tiene en la cabeza y que no puede imponer a los valencianos y las valencianas vivir en un modelo de los 90”. “Va más de 30 años por detrás de lo que merece esta ciudad”, ha sentenciado.