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Catalá convierte la Casa Relojero en objeto de vandalismo y degradación

La portavoz del Grupo Municipal Socialista; Sandra Gómez, ha denunciado que María José Catalá mantiene cerrada la Casa del Relojero por negligencia e incapacidad de gestionar el patrimonio de la ciudad. “Tras el esfuerzo que tuvimos que hacer para resolver los problemas administrativos y legales que encontramos en este solar de 275 metros cuadrados para construir un nuevo edificio y restaurar el antiguo, Catalá lo mantiene abandonado”, ha lamentado.

Gómez ha recordado que en 2015 encontraron “un edificio en ruinas y al borde de la desaparición porque en 24 años el PP no había hecho nada por protegerlo” y “ahora volvemos a ver la misma desidia y el mismo abandono que entonces”. “Le dejamos el edificio listo y Catalá solo tenía que habilitarlo para abrirlo pero, un año después de llegar a la Alcaldía, el edificio es objeto de actos vandálicos como el robo de piezas de cobre, suciedad y degradación”, ha denunciado.

Así, ha destacado que este proyecto “acababa con uno de los solares históricos de Ciutat Vella y protegía el histórico edificio del Relojero que estuvo a punto de derrumbarse”. Además, he recordado que esta intervención se sumaba a la transformación de la Plaza de la Reina, la del Mercado Central, la Lonja y Los Santos Juanes, además de la plaza de Brujas”.  La portavoz socialista ha criticado la “desidia” y la “falta de capacidad para gestionar” del equipo de Maria José Catalá que “se ha encontrado con una herencia en forma de plazas peatonalizadas, proyectos redactados y edificios preparados para habilitar y abrir, pero es incapaz de hacerlo”. Al respecto, ha recordado que el edificio de Aumsa, ubicado en Tapinería, destinado al alquiler asequible “sigue cerrado, de la misma manera que no ha recuperado la construcción del edificio de la calle Fos que acababa con un solar histórico del centro histórico y ha renunciado a una promoción en Moreras con 22 viviendas”. “Esto es  lo que le importa a Catalá la vivienda”, ha apostillado. Igualmente, ha citado a modo de ejemplo el Monasterio de La Roqueta que “sigue cerrado y a la espera de un uso definido”. “El PP lo condenó a abandono y la degradación y tuvimos que actuar de urgencia para que no se derrumbara. Ahora Catalá cuenta con edificio rehabilitado que debería ser un referente administrativo y patrimonial pero es incapaz de habilitar para su apertura”, ha lamentado.